LAS PENSIONES ESPAÑOLAS

EL MURO QUE SEPARÓ DEOS CORAZONES


 Aunque parezca que el Muro de Berlín cayó de un día para otro, en realidad puede considerarse la culminación de un proceso.

No se puede relatar la historia del siglo XX sin hacer mención a la construcción del Muro de Berlín y su posterior caída. Este muro es conocido por su “derrumbe”, pero ese hecho tiene una larga historia por detrás.

Al finalizar la II Guerra Mundial, tras la división de Alemania, Berlín también quedó dividida en cuatro sectores de ocupación, concretamente el soviético, estadounidense, francés e inglés.
La clave del conflicto se encuentra en las malas relaciones entre los comunistas y los aliados, que llegaron hasta el punto de surgir dos monedas, dos pensamientos ideológicos políticos, y consecuentemente, dos alemanias.

Es así, que en el año 1949 los sectores occidentales integrados por el estadounidense, francés y británico, se unificaron llamándose “República Federal Alemana” (RFA), mientras que el sector oriental integrado por los soviéticos, se denominó “República Democrática Alemana” (RDA).

El siguiente inconveniente surge cuando la economía de Berlín no para de florecer mientras que la soviética se encuentra estancada, lo que lógicamente propicia que hasta el 1961 millones de personas dejen atrás la Alemania Oriental para adentrarse en el sistema capitalista de la Alemania Occidental.

Ante esto, la RD no tardó en darse cuenta de la increíble pérdida de población que se estaba dando, por lo que la noche del 12 de agosto de 1961 decidió levantar un muro provisional, como actuación de urgencia.

Sin embargo, no iba a ser “provisional”, ya que a la mañana siguiente ya se había colocado una alambrada de 155 kilómetros que separaba Berlín en dos partes, la occidental, (capitalista), y la oriental, (comunista).

La construcción de este muro también implicó  que las personas cuyas viviendas se encontraban próximas a la zona de construcción del muro fueran desalojadas. Así, el Muro de Berlín acabó por convertirse en una pared de hormigón de entre 3,5 y 4 metros de altura, con un interior formado por cables de acero para aumentar su resistencia. 


Acompañando al muro, se creó la denominada "franja de la muerte", formada por un foso, una alambrada, una carretera por la que circulaban constantemente vehículos militares, sistemas de alarma, armas automáticas, torres de vigilancia y patrullas acompañadas por perros las 24 horas del día. A pesar de esto, fueron muchos los que lo intentaron, siendo la mayoría finalmente detenidas o fallecidas.
Así que desde entonces, desde 1946, quedaron enfrentados, bajo el mismo cielo, en la misma ciudad, esos dos bandos que muy pronto se iban a disputar el mundo entero. 


El gran acontecimiento de “La caída del muro de Berlín”, vino motivada por la apertura de fronteras entre Austria y Hungría en mayo de 1989, ya que cada vez más alemanes viajaban a Hungría para pedir asilo en las distintas embajadas de la República Federal Alemana. Este hecho, motivó enormes manifestaciones en Alexanderplatz que llevaron a que, el 9 de noviembre de 1989 el gobierno de la RDA afirmara que el paso hacia el oeste estaba permitido.


No es de extrañar que ese mismo día, miles de personas se agolpasen en los puntos de control para poder cruzar al otro lado, donde nadie pudo detenerlos, de forma que se produjo un éxodo masivo.
Al día siguiente, se abrieron las primeras brechas en el muro y comenzó la cuenta atrás para el final de sus días.


Una vez liberados, familias y amigos pudieron volver a verse después de 28 años de separación forzosa.
Pero lo que más sorprende de la Berlín de hoy, al menos si uno la visita por primera vez, es que no quedan en ella, casi, vestigios de lo que fue su historia partida en dos durante veintiocho años. 


Sin embargo, quienes conocen muy bien Berlín dicen que la diferencia entre el occidente y el oriente aún es muy profunda y perceptible, y que es como si todo el desarrollo económico y toda la integración de los últimos años no hubieran hecho más que ahondar esa diferencia. Como una cicatriz invisible pero que siempre quedará allí.


En resumen, la presencia del enorme muro simbolizaba en términos políticos: dos concepciones del mundo enfrentadas, el capitalismo y el comunismo.

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 Muro de Berlín

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Infografía Muro de Berlín 

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A continuación, un vídeo ilustrativo:

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